'VIVA AREQUIPA
'

La península de
Copacabana se adentra en el lago Titicaca, acercándose a las islas del Sol y de
la Luna, antiguos lugares sagrados de los Incas. Allí, a cuatro mil ocho metros
sobre el nivel del mar, la Madre de Dios quiso acercarse a sus hijos para así
atraerlos al verdadero Dios. Lo hizo con la mayor delicadeza y respeto. Lo hizo
con el amor de Madre que busca a sus hijos más pequeños. Su rostro tiene rasgos
indígenas y es toda dulzura con su Niño en brazos, que parece caerse pero no.
La Madre lo sostiene segura. El Niño es el gran regalo que la madre obsequia.
Así surge el culto a la "Santísima Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora
de Copacabana".
La diversidad cultura se manifiesta en el aula
y en la institución educativa cuando los educandos provienen de grupos
culturales diferentes. El compartir el aula con niños de diferente color o
costumbres lejos de ser un motivo de conflicto debe motivar en nosotros
actitudes de respecto e intereses por aprender de ellos.